Kevin Cisterna Schwencke, 20 años, quería ser un ciclista profesional, incluso entrenó a alto nivel en Bélgica, en la ciudad de Oudenaarde, persiguiendo ese sueño. Estudiaba Pedagogía en Educación Física en la Universidad Austral para guiar a otros jóvenes en su deporte.
Pero esos sueños se vieron truncados hace exactos dos años, el 24 de mayo de 2023. Un día antes, cuando Pedro pedaleaba hacia la universidad fue alcanzado por un camión 3x4 que conducía Bernardo Arratia Mancilla. El conductor al percatarse del atropello se dio a la fuga y no prestó ayuda al joven.
Kevin era fuerte, pues su cuerpo estaba entrenado para la alta competencia, pero sus heridas fueron graves y falleció el 24 de mayo.
El conductor del camión, aparte de atropellar a Kevin, tenía antecedentes policiales por robos y, peor aún, no tenía licencia para conducir. A ello se añade que estuvo prófugo de la justicia casi por dos años, hasta que fue formalizado en marzo pasado, luego de ser capturado, pero quedó con arresto domiciliario y citado para el 15 de mayo para la reformalización, pero Arratia no se presentó y en este momento volvió a estar en calidad de prófugo de la justicia.
Pedro Cisterna, su padre, recuerda con dolor ese día. “Quedamos todos muy mal. Supimos que el conductor se dio a la fuga y tuvimos la esperanza que apareciera, pero no fue así, sino que hasta después de un año y 10 meses lo capturaron en un control rutinario”, recuerda el padre del joven fallecido.
Desde ese momento comienza algo inexplicable para los Cisterna, la decisión del juez de no dejar a Arratia Mancilla en prisión preventiva, pese a los atenuantes y a que ya se había dado a la fuga.
“Quedó con un arresto domiciliario parcial y siendo citado para más adelante a una reformalización, a lo cual el señor juez, ilusamente pensó que este señor pudiera acudir a la audiencia. No fue así y aquí se nos desordena todo de nuevo porque quedamos en cero. Hasta la fiscal sorprendida. No sé si la ley funciona así, pero creo que no hay que ser abogado para darse cuenta que un tipo, con ese prontuario, iba a volver a arrancar”, expresa Pedro Cisterna.
Actualmente la familia Cisterna está en incertidumbre y vuelven a revivir los días de ansiedad y deseo de justicia para Kevin, justicia que, tras dos años, aún no llega.
“Yo no quiero andar peleando con nadie, quiero que esto avance y que se acabe este amargo capítulo de perder a mi hijo y que esto no quede impune”, dice con amargura el de Kevin a Grupo DiarioSur.
Pedro Cisterna tuvo que someterse a terapia psicológica, luego de sufrir el dolor de la partida de Kevin, terapia en la que también participa la abuela del joven de 83 años y que aún no se convence de la muerte de su nieto.
Para colmo, en septiembre del mismo 2023, Pedro Cisterna perdió a un sobrino, primo de Kevin, otro duro golpe para la familia.
En medio del dolor Pedro recurrió a lo que siempre ha marcado su vida, el deporte. Practica ciclismo como su hijo o hace atletismo de largo aliento, todo esto en San José de la Mariquina.
Pedro y Kevin se hicieron conocidos en el ámbito deportivo, de hecho -cuenta Pedro- cuando su hijo empezó a hacerse notar en el ciclismo y ganar medallas muchos niños y niñas llegaron al club para practicar el deporte del pedal y veían a Kevin como un líder carismático y muy comprometido con su deporte.
El recuerdo del hijo está vivo, pues en San José hay un memorial, muy cerca del puente, donde se recuerda a Kevin con un monumento de una bicicleta, espacio donde nunca falta una flor para recordar al joven.
Pedro Cisterna apunta a que hay un grupo de personas que encubren a Bernardo Arratia y lo protegen para que el brazo de la justicia no lo alcance.
El padre expresa que cree que Jorge Gatroca, el dueño del camión que manejaba Arratia aquel mayo de 2023, también es responsable, pues le pasó el vehículo a una persona que no tenía licencia y eso lo hace también responsable de la muerte de su hijo.
“Nos sentimos frustrados, desamparados y en la indefensión, porque los organismos que deben prestar servicios incondicionales a los usuarios, sean estos víctimas directas o familiares de ellos, no cumplen debidamente su trabajo. Sin duda alguna redoblaremos los esfuerzos para que se logre el objetivo, en el sentido de que se haga justicia y se condene al conductor del camión”, señala.
Añade que la familia se ha sentido muy apoyada por la familia del deporte, en especial de aquellos que conocieron a Kevin en vida y que han presionado o le ha brindado una mano solidaria a la familia.
Por lo pronto a los Cisterna no les queda más que esperar que las policías logren arrestar a Arratia o a quienes lo encubren y, esperar que los tribunales logren darle justicia a Kevin, justicia que en dos años le ha sido esquiva.
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