Feliz casi navidad y próspero supermercado nuevo

[COLUMNA DE OPINIÓN] Falta casi nada para finalizar el 2023, en todas partes se cierra el ciclo evaluando lo bueno y lo malo, obviamente también en la comuna de Futrono.

En este ambiente de fin de año, en cada comuna se espera una navidad y año nuevo con diligentes acciones impulsadas por los respectivos municipios para marcar las fechas, así debiera ser en Futrono también. 

Hace un par de semanas atrás, las comunas demostraron sus galas con sendos árboles navideños que reunieron a las personas en un lugar central para presenciar con orgullo el momento del encendido de sus luces. 

En Panguipulli presentaron un árbol de navidad sustentable de 18 metros, construido con 40 mil latas recicladas, todo un logro lleno de significado con un amplio marco de público, autoridades incluidas y artistas realzando la actividad. 

Paillaco no se quedó atrás, con una ceremonia que incluyó un concierto de estudiantes interpretando villancicos y la visita del Viejo Pascuero a la espera del encendido del árbol, todo con la asistencia de la expectante comunidad. 

En Futrono, la fecha fue destacada sacando de su caja el mismo arbolito de cada año, instalado semioculto en un rincón del municipio. 

Lo que salvó nuestra navidad fue la persecución de un Grinch por parte de Carabineros en las calles de Futrono, llegando a aparecer en la prensa nacional, un logro que nació de una iniciativa particular ideada por un concejal. 

El amo y señor del ambiente de fin de año

Falta casi nada para finalizar el 2023, en todas partes se cierra el ciclo evaluando lo bueno y lo malo, obviamente también en la comuna de Futrono. 

Sin embargo, la atención, emoción y expectativas no se la lleva hoy un proyecto propio, como la inauguración de una nueva calle, un nuevo servicio público, un anuncio inspirador o un gran evento de fin de año, no. Lo que nos conmociona es la apertura de un supermercado. 

¡Qué gente tan consumista! diría más de alguien, pero la realidad no es esa. Bueno, siendo realistas, la situación económica genera expectativas en las familias esperando posibilidades de ahorro en una fecha de fuertes gastos (yo también fui al nuevo local, experiencia que fue como entrar a un capítulo de Los Simpson). 

Pero la otra patita de la realidad es que, en medio de una sequía de acción municipal, el supermercado se alzó como amo y señor del ambiente de fin de año.  

Con esos ejemplos, es clara la baja sintonía entre administración municipal y comunidad, un fin de año con agotamiento y falta de ideas, un tipo de situación al que (alerta) parece que nos estamos acostumbrando. 

Ahora, no todo es negativo. Por una parte, hubo decenas de pequeñas iniciativas desde distintas organizaciones, principalmente vecinales, deportivas y de la cultura, que llevaron la Navidad a sus principales protagonistas: los niños y niñas. 

Y, por otra parte, hace unos días fui testigo de cómo una actividad de Bomberos, afuera del cuartel de la Primera Compañía, en la que sus cadetes se reunieron para demostrar las destrezas aprendidas en sus respectivas compañías, se robó la atención y entusiasmo de muchas personas que presenciaron la sana competencia entre esos niños y jóvenes. 

Ahora no dejo de pensar que ahí estuvo el verdadero espíritu de comunidad que hace rato no sentimos y que, al parecer, la administración municipal postergó. Ahí se sintió y se respiró hermandad, ganas de compartir, desde los más chicos hasta los adultos mayores. 

Sin proponérselo, Bomberos nos dio una pista y una ruta del sentido a seguir en un fin de año, con organización, gestión de recursos, entusiasmo, empatía, integración, además de legítima preocupación por los menores, por las familias. 

A no olvidarlo, porque para el próximo fin de año tan solo faltan 12 meses, por ahora solo podemos decir “feliz casi navidad y próspero supermercado nuevo”. 

Autor: Mario Guarda Rayianque.